Tradiciones: la sabiduría centenaria de la gente, lo que los hace uno y uno. Sin embargo, con el paso de la historia, las condiciones de vida cambian. ¿Necesito ser fiel a la tradición? Esta pregunta fue formulada por muchos autores. Creo que es necesario, ya que las costumbres conectan generaciones y preservan la historia. Sin embargo, vale la pena deshacerse de la experiencia negativa del pasado.
Starodum, el héroe de la comedia D.I. "Sotobosque" de Fonvizin, criado en las tradiciones del "viejo", tiempo de Pedro: "Entonces una persona se llamaba a ti, no a ti". Se suponía que esta educación se basaría en logros personales, no en los dados por la herencia. Lo principal no es el rango, sino el alma y el corazón, y esto debe buscarse en las personas, no en beneficio personal. Esto es exactamente lo que pensaba Starodum, lo que lo convierte en un héroe positivo, y brinda a los representantes de la próxima generación una oportunidad para pensar sobre lo que se debe poner en servicio de las tradiciones del pasado.
En la ciudad de Kalinov, la escena del drama A.N. Ostrovsky "Tormenta", las tradiciones reinan y dominan. Todo debe estar a la antigua usanza, como una casa: la esposa le tiene miedo a su esposo, él la golpea y la regaña por intimidación, los jóvenes tratan con reverencia respetuosa a todas las personas mayores, incluso a los tiranos, todo lo nuevo es peligroso y malo. La observancia de estas deficiencias externas requiere un jabalí de sus hijos adultos y su nuera. Ni siquiera el contenido interno le interesa, si todo fuera como en los viejos tiempos. Es por eso que la atmósfera de mentiras y falsedades reina en la casa, que estrangula a Katerina, la única heroína rebelde que decidió protestar contra estas mentiras morales a costa de su vida. Seguir ciegamente las tradiciones como signos de estabilidad es el camino a ninguna parte.
Por lo tanto, las tradiciones merecen atención, pero no una ejecución ciega. Una persona debe elegir lo mejor del pasado, pero seguir adelante, hacia el futuro. Por lo tanto, la fidelidad a las tradiciones debe ser selectiva, aunque son importantes para transmitir la experiencia social de las generaciones anteriores.